Excerpt: ...Ellas solas y tristes moradoras De aquella negra, funeral guarida, 1235 Cual soñada fantástica quimera, Vienen a ver al que su paz altera
Y en él enclavan los hundidos ojos Del fondo de la larga galería, Que brillan lejos cual carbones rojos, 1240 Y espantaran la misma valentía; Y muestran en su rostro sus enojos Al ver hollada su mansión sombría; Y ora en grupos delante se aparecen, Ora en la sombra allá se desvanecen. 1245 Grandïosa, satánica figura, Alta la frente, Montemar camina, Espíritu sublime en su locura, Provocando la cólera divina: Fábrica frágil de materia impura, 1250 El alma que la alienta y la ilumina Con Dios le iguala, y con osado vuelo Se alza a su trono y le provoca a duelo. Segundo Lucifer que se levanta Del rayo vengador la frente herida, 1255 Alma rebelde que el temor no espanta, Hollada sí, pero jamás vencida: El hombre, en fin, que en su ansiedad quebranta Su límite a la cárcel de la vida, Y a Dios llama ante él a darle cuenta, 1260 Y descubrir su inmensidad intenta. Y un báquico cantar tarareando, Cruza aquella quimérica morada, Con atrevida indiferencia andando, Mofa en los labios, y la vista osada; 1265 Y el rumor que sus pasos van formando, Y el golpe que al andar le da la espada, Tristes ecos, siguiéndole detrás, Repiten con monótono compás. Y aquel extraño y único rüido 1270 Que de aquella mansión los ecos llena, En el suelo y los techos repetido, En su profunda soledad resuena; Y espira allá cual funeral gemido Que lanza en su dolor la ánima en pena, 1275 Que al fin del corredor largo y oscuro Salir parece de entre el roto muro. Y en aquel otro mundo y otra vida, Mundo de sombras, vida que es un sueño, Vida que, con la muerte confundida, 1280 Ciñe sus sienes con letal beleño; Mundo, vaga ilusión descolorida De nuestro mundo y vaporoso ensueño, Son aquel ruido y su locura insana La sola imagen de la vida humana. 1285 Que allá su blanca, misteriosa guía, De la alma dicha la ilusión...
|